Tenemos una mesilla de castaño con varias capas de barniz , la última capa con bastante brillo, es una pieza bastante deteriorada y que los dueños no desean restaurar, prefieren darle un cambio radical, con un acabado más claro, sin pretender hacerla pasar por un mueble nuevo, al contrario, poniendo de relieve su antigüedad y uso, pero como deciamos dándole un acabado totalmente distinto.
Hemos hecho varias pruebas y finalmente se han decantado por esta opción, una mano de selladora, y una capa de pintura blanca mezclada con ocre, y finalmente una patina de cera con betún cargándola más en las zonas talladas, y las molduras.
Este es el resultado